sábado, 25 de noviembre de 2017

JOHNNY NASTY BOOTS. JOHNNY NASTY BOOTS. 2017



Por Omar Perdomo



Un intro con sonidos de un radio convencional nos da la bienvenida a este disco debut de Johnny Nasty Boots. Hard To Love Me es el primer track en forma que se deja escuchar del material, y es una rola que bien podría hacerse sonar en un playlist con canciones del corte de Queen Of The Stone Age y con algunas otras de cualquier proyecto de Jack White y, quizá, no notaríamos la diferencia.
El tema siguiente es I’m cursed, rola hecha para bailar, que potencia la energía que ya habían dejado los primeros minutos del LP, y comienza a dar muestra de la gran influencia de una vieja escuela que se remonta a los orígenes del rock, y que podremos escuchar a lo largo del material homónimo de la banda. Este camino lo continúa Bultoad Blues, que a diferencia del track anterior, no necesita letra, es una pieza instrumental que podría encajar fácilmente en cualquier buen western de la pantalla grande.
Deadline es una canción que a pesar de ser buena, suena un poco como uno de esos temas que funcionan más para mantener la energía del álbum que para destacar, pero eso sólo al principio… y si hubiera lugar para alguna duda, basta sólo con escucharla en vivo.
Jump and Shout, fue una de esas rolas que el grupo destapo con anticipación, para calentar motores, es buena, pero pareciera que cumplió más un cometido en el sentido de plantar expectativas considerables para después sobrepasarlas con la entrega completa de los temas incluidos en el material.




The Seagull es un breve receso experimental que se encarga de dar un bajón necesario, permitiéndonos dar un respiro y dar espacio para Twenty 5 to 5 después. Ésta última tal vez sea la canción menos fácil de digerir en el disco, pero resulta ser un placer en un show en vivo, guitarras chillantes, figuras bien construidas en la batería y ritmos bien amarrados en la el bajo hacen poner alerta a nuestros oídos.
Con Leaving All Behind, la banda va preparando su despedida, es una muy buena rola y una de las canciones favoritas de la banda, que en opinión personal hablando del orden del disco, tendría que haber estado entre los primeros tracks y no en los últimos. Por su parte We’re Going Down cierra el disco, canción que es buena también pero que quizá es la más diferente del disco.
Pocas buenas maneras hay para empezar a forjar un buen camino en el área musical como hacer un disco valioso, y Johnny Nasty Boots cumple con el cometido. Aquel que quiera “hacer las cosas bien” puede tomar como ejemplo el material de este trío de paisanos.


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